En estado insomne, escucho el sonido lejano de gritos que despabila mi letargo: "Andrés Bello", "La Candelaria" puestos vacíos.... coreaba el singular personaje en plena avenida. El carro de "Por puesto" comenzo a llenarse y así, comenzaron a circular, olores, sonidos, palabras, oraciones.. es un día normal en la metrópolis de los antiguos techos rojos.
A veces juego conque voy a otro lado, que quizá este en otra región, que este de paseo, y así disfruto de una ilusión tonta de turista en zonas altamente conocidas. El otro día pensé que estaba en Barroquismo y me dije que en cualquier momento iba a encontrarme con el cuatro mas grande que había visto, quizá me tomaría algunas fotos allí, quizá hasta lo tocaría y escucharía en grande Cambur, pin ton. Mientras se mueve la cola de carros frente al semáforo asumo otro rol dentro del juego estoy aquí no estoy aquí, y me imagino que soy una ejecutiva cuyo vehículo esta en reparación y tuve la osadía de montarme en un perol de estos para luego comentarle a mis amigas ejecutivas mientras tomamos unos wiskys en Rucio Moro, todo el trabajo que pase al encontrarme con la realidad real de la ciudad.
Al fondo se escucha Jerry Rivera, y su música y cantos me llevan a un pasado lejano, entre dulce-amargo, me imagino en la playa, por allá por Playa los Ángeles, por ese entonces tenia un jeep cj7 en el cual nos paseábamos todos los panas desde el Junquito hasta la Guaira, en ese entonces no sabia lo feliz que era.
El Bus se detiene en la Florida, y se sube un personaje extraño, muy singular, era un hombre altísimo, blanco, con los ojos brotados como un cangrejito, tenia una gorra amarilla que tenia al tigre tony como ornamento. Camisa verde y pantalón kaki que me recordaba los pantalones de la infancia de mi hermano. Llamaba mucho la atención por su estatura, su forma de vestir y además porque iba parado obstaculizando el paso de los demás. El chofer que venia entonando todas las canciones de Jerry, de vez en cuando volteaba y se dirigía a el: "Se le agradece circular, deja el paso libre hermano", el grandote ni se inmutaba de las increpancias del chofer.
Ya habían pasado como 45 minutos de un trayecto que normalmente sin colas se haría en 25, y a pesar de todos mis "Juegos psicológicos de estoy allí estoy allá", el viajecito se estaba haciendo harto incomodo y tedioso.
Entramos por fin a la Av. Andrés Bello, y el bus se detiene en plena plaza, desde allí se ve un kiosco de la "Misión Negra Hipolita" el cual ayuda a rescatar a los adictos a las drogas; rapidito se monta un muchacho vociferando las bondades de que compremos unas galletas 2 por el precio de una, estorbosamente el grandote le impide su vocería, hasta que al fin llega hasta la mitad del bus, ya a la salida y en virtud de que nadie le compro su mercancía el muchacho nos dice: -"Bueno señoras y señores como quise ganarme la plata de manera honrada y ninguno de ustedes me compro nada están es asaltaos-", -"Pasando calteras y blac berri, todos los celulares y rápido o los quiebro"-. En si, mi atontamiento de ese día, enfatizo que la escena no era mi escena, era como si eso no me estuviera ocurriendo a mi, así que de mi cartera le acerque un billete de 5 bs, y el Muchacho sudoroso ni me miro, agarro lo que pudo pero en su huida se tropezó con el grandote, entonces era el grandote, la barra de la camioneta y yo, así que el ladrón intento empujar con arma en mano al grande y este intento apartarse pero su movimiento torpe solo logro que el ladrón cayera y en su caída se escapo como un grito, como un rayo , como un suspiro, el tiro certero.
Atónita miraba la gorra del tigre tony cayendo, y los ojos brotados apagandose,solo allí logre entender que los ángeles son grandes y de vestimenta extraña, ese mismo dia, me dije a mi misma que ese grandote era el mismo ángel de mi guardia, a pesar de la tragedia del mismo ángel.
La estampida de personas salta encima del herido, los gritos se confunden con el "que hay de malo en amar que hay de malo en reír" de Jerry Rivera, y yo quedo allí, estática, solo viendo como se va la vida, pensando que quizá estaría en alguna calle de Amazonas, esperando llegar al hotel para darme un buen baño y ver una buena película de misterio. Quizá este soñando, quiza el grandote seria un buen mesonero, aun falta mucho por llegar, quiza falta mucho por vivir. Cosas de la Ciudad
Terriblemente hermoso...!, Gracias Ale!
ResponderEliminarAmiga, no tengo palabras para describir la conmocion que senti... Gracias por publicarlo
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